El trabajo en equipo tiene cualidades y ventajas que lo diferencian del simple trabajo en grupo. Los cursos universitarios proporcionan abundantes oportunidades para ponerlo en práctica y apreciar esas diferencias.
La guía del profesor es esencial para conseguir verdadero trabajo en equipo en cada ocasión. En la primera parte se presentó un esquema para ayudar a propiciarlo. Podemos resumirlo así:
Opcionalmente y dependiendo de la duración del proyecto:
Esta organización favorece la comunicación dentro del equipo, la puesta en común de objetivos y estrategias, invita a asumir liderazgos y a plantear iniciativas. Todo para propiciar el trabajo en equipo.
Recordemos que el equipo supera al grupo porque define mejor sus objetivos, mantiene buena comunicación, ejercita auténtico liderazgo y sus integrantes se apoyan para cumplir las responsabilidades. Podemos fijarnos en cuatro aspectos más: solidaridad, información, iniciativa y confianza. En el esquema que sigue, a la izquierda está lo que puede observarse en un grupo y a la derecha la forma en que trabaja un equipo bien integrado.
Tanto el planteamiento del trabajo como su entrega y evaluación deben servir para conformar y consolidar al equipo. Lo que sigue son algunas estrategias que pueden ayudar especialmente en la etapa de entrega y evaluación.
Si el trabajo solo requiere un archivo digital o documento impreso, sin presentación ante la clase, se puede acordar con los representantes que discutan con sus equipos la tabla de contenidos que esperan desarrollar y que la presenten con anticipación. Este es una nueva oportunidad de comunicación, acuerdo y unificación de objetivos entre los miembros del equipo. No es necesario que sigan un esquema fijo para la tabla de contenidos, es mucho mejor si la misma es fruto del acuerdo interno del equipo, porque con ello se consigue su involucramiento y compromiso.
Algo similar se puede hacer si se requiere una presentación ante la clase. Cada equipo decide el formato en que hará la presentación, cómo será la participación de cada integrante y luego el representante la comunica al docente. Nuevamente: comunicación, acuerdo, unificación de objetivos.
La evaluación del trabajo debe tomar en cuenta tanto la calidad del entregable como el nivel de participación de cada integrante. Hay varias formas de lograrlo: autoevaluación, evaluación de pares (cada integrante evalúa al resto, individualmente), asignación de un total de puntos que luego el equipo decide internamente cómo distribuirá, evaluación del equipo por el resto de equipos y otras. Lo importante es que la evaluación sea una tarea conjunta, en equipo, y no dependa únicamente del docente.
En resumen:
Seguramente pueden introducirse variantes a esta propuesta. Lo fundamental es tener claro en qué consiste el trabajo en equipo, buscar propiciarlo en las tareas que se proponen a los estudiantes y planear la forma en que los ayudaremos a conseguirlo. Los beneficios que trae valen la pena el esfuerzo.