En las carreras de grado, tal cual están estructurados los pensum, muchas veces no hay oportunidad de transformar la clase en un seminario socrático. En esos casos, ¿cómo transformamos el “incentivo perverso” de la estructura del aula en una oportunidad de diálogo?
Porque el aula tradicional está concebida, físicamente, para que el profesor dicte y los alumnos copien. Sin embargo, con un esfuerzo didáctico por parte del profesor, eso puede ser modificado. Estudiaremos algunos métodos por los cuales ello puede hacerse, por ejemplo:
En última instancia, el diálogo en clase no debe ser casual. La actitud dialógica se puede aprender, como eje central de la didáctica de cualquier contenido.
Facilitado por Gabriel Zanotti.