El punto confuso


Técnica para evaluar la comprensión de una clase. Esta técnica consiste en pedirle a los estudiantes que reflexionen y escriban su respuesta a la pregunta: “¿Cuál fue el punto más confuso en esta [clase, discusión, tarea, película, etc.]?”. El objetivo de esta actividad es identificar los puntos que aún no están claros sobre un tema y de esa manera dar prioridad a seguir trabajando en ellos. (Fuente: Vanderbilt Center for Teaching).

Sugerencias e ideas:

  • Utiliza esta técnica al finalizar una charla, una unidad de clase o después de leer un texto.
  • Puedes utilizar fichas para recolectar respuestas. 
  • Clasifica por temas las respuestas de los estudiantes. 
  • En la siguiente sesión, presenta los diferentes temas que hayan surgido al clasificar las respuestas. Pregunta a tus estudiantes cuáles son los temas que mejor dominan e invítalos a explicarlos a los compañeros que aún no manejan bien el tema. 

¿Cómo utilizar la información recolectada?

  • Lee las respuestas de tus estudiantes y utiliza la información para aclarar puntos confusos durante la siguiente clase. 

Fuente: 

Ensayo de un minuto


Durante los últimos minutos de clase, pide a tus estudiantes que escriban en un pedazo de papel qué es lo más importante que han aprendido este día y qué es lo que les ha costado más entender. 

Sugerencias e ideas: 

  • Pon un temporizador de 1 minuto en la pantalla, para que tus estudiantes sean conscientes del tiempo. 
  • Asegúrate de que, antes de empezar el ejercicio, todos tengan en la mesa papel y lápiz. 
  • Puedes utilizar los últimos 5 minutos de clase para aplicar esta técnica de evaluación. 

¿Cómo utilizar la información recolectada?

  • Lee las respuestas dadas por tus estudiantes y utiliza la información para aclarar puntos confusos o elaborar sobre ideas en la siguiente clase.

Ideas y sugerencias para aplicar esta técnica en Zoom: 

  • Comparte un documento de Google Docs con tus estudiantes. 
  • Pídeles que escriban sus nombres en la parte superior de la página en la que están escribiendo su ensayo. 
  • Cuando todos hayan escrito sus nombres, fija un temporizador de un minuto, para que empiecen a escribir.

Enfocando (zoom in)


Objetivo: Una rutina para observar, analizar una imagen, desarrollar una hipótesis, buscar evidencia, evaluar y reflexionar. 

Acción

Pregunta

  1. Revela un pequeño fragmento de una imagen. Invita a tus estudiantes a fijarse bien en este fragmento y pregúntales: 
  • ¿Qué vemos? ¿Qué notamos en esta imagen?
  • Basados en lo que vemos, ¿cuál es nuestra hipótesis o interpretación de lo que tal imagen podría ser? 
  1. Revela otra parte de la imagen y pregunta: 
  • ¿Qué cosas nuevas vemos?
  • ¿Cómo cambia esto la hipótesis o la interpretación que teníamos?
  • ¿Qué nuevas cosas nos estamos preguntando? 
  1. Sigue revelando partes de la imagen y cuestionando a los estudiantes hasta que toda la imagen esté a la vista. Una pregunta que podrías hacer es esta: 
  • ¿Qué preguntas tenemos sobre esta imagen?

 

Ideas y sugerencias para realizar esta rutina 

  • Para escoger una imagen y seleccionar las partes que quisieras analizar, puedes hacerte estas preguntas como guía: 
    • ¿Hay áreas separadas de la imagen que cuentan una historia diferente?
    • ¿Son tales partes tan interesantes como el conjunto? 
  • Cada nueva pieza que se revelará debe aumentar el significado de la imagen completa y desafiar a los estudiantes a pensar en nuevas formas y a formular nuevas interpretaciones del contenido. 

Variaciones

  • En lugar de utilizar una imagen, puedes utilizar citas de un libro, artículo, ensayo o poema, para presentar una nueva lectura o unidad de clase. Leer y discutir una parte de un texto juntos ayuda a despertar la curiosidad de los estudiantes y los invita a leer más. 
  • Utiliza una cita y acompáñala con una imagen. Lee la cita y luego explora la imagen.

Ver/Pensar/Preguntar


Objetivo: Crear un procedimiento para explorar, observar e interpretar obras de arte, imágenes, artefactos u objetos.

Dicho procedimiento se resume en tres preguntas: 

  • ¿Qué observas?
  • ¿Qué piensas sobre ello?
  • ¿Qué preguntas se te ocurren ante lo que observas? 

Aplicación: ¿Cuándo y cómo se puede utilizar?

  • Puede ser utilizado al inicio de una unidad de aprendizaje, para motivar el interés de los estudiantes por el asunto que se pretende explorar, o al analizar un objeto que se relaciona con un tema durante un curso. 
  • Considera la posibilidad de utilizar dicho procedimiento al finalizar una unidad, donde los estudiantes pueden aplicar los conocimientos adquiridos durante el curso para analizar un objeto. 
  • Invita a tus estudiantes a describir las características de tal objeto. Anímalos a expresar lo que observan, lo que sienten, los pensamientos que les sugiere, y al mismo tiempo a que traten de justificar tales reflexiones. Por último, guíalos a formularse nuevas preguntas, que puedan surgir de la observación. 
  • Puedes pedir a tus estudiantes que utilicen estas tres modalidades para responder a estas preguntas: “Yo observo…”, “Yo pienso…” y “Yo me pregunto…”. 
  • Este procedimiento funciona muy bien en discusiones grupales, mediante un diálogo con toda la clase. 
  • Para realizarlo de forma individual, puedes pedir a tus estudiantes que escriban sus observaciones en un papel y luego lo compartan con un grupo de compañeros. 
  • Puedes anotar estas observaciones en una pizarra, para hacer el pensamiento visible e ir observando la evolución de la conversación en clase.

 

 

Fuente:

Rutina +1


Objetivo: Una rutina para identificar y recordar las ideas importantes. 

Procedimiento

Aplica esta rutina después de aportar información sobre un tema. Puede ser mediante videos, documentales, lecturas o conferencias. 

Pretado el material, desarrolla los siguientes tres pasos de la rutina: 

  1. Recordar

Trabajando de manera individual, cada estudiante elaborará una lista con las ideas principales que considere importantes. 

Invita a tus estudiantes a llevar a cabo dicha actividad de memoria, sin utilizar sus notas. Investigaciones anteriores han demostrado que presentar ejercicios que involucren la memorización inmediatamente después de presentar información implica una retención más duradera del contenido. 

En esta fase de la rutina puedes emplear dos o tres minutos.  

  1. Sumar una nota

Cada estudiante pasará su lista al compañero de su derecha. 

Recibida la lista los estudiantes que la hayan recibido se tomarán uno o dos minutos en leerla, y al terminar agregarán un dato que consideren que falta en la misma.

Lo agregado puede consistir en una idea previamente identificada, un detalle que falta o una relación entre las ideas ya mencionadas.

Repite este proceso dos veces, volviendo a pasar la lista y las ideas entre los estudiantes. 

  1. Revisar y compartir

Los estudiantes regresan la lista a su dueño. 

Cada uno leerá y revisará todas las nuevas anotaciones que hayan hecho sus compañeros. Al mismo tiempo podrá añadir ideas e información nueva que le haya interesado de las otras listas que se han leído en el transcurso de la actividad.

 

Aplicación: ¿Cómo y cuándo puede utilizarse?

  • Esta rutina puede ser una alternativa a la toma de notas tradicional que hacen los estudiantes a menudo, en las que escriben rápidamente todo lo que escuchan, para revisarlo después. Esta rutina permite que los estudiantes identifiquen las ideas principales e importantes, procesando el material presentado. 
  • Al iniciar una presentación, invita a tus estudiantes a que escuchen activamente y no tomen notas en el proceso; después, presenta esta rutina. Diles a tus estudiantes que, al finalizar la clase, les proporcionaremos las diapositivas o tus notas, para que no les cause estrés el no haber podido tomar notas antes. 
  • Explícales a tus estudiantes los beneficios que tiene este tipo de actividad para su proceso de aprendizaje, como mencionamos en la sección del procedimiento. 
  • Aparta de 10 a 15 minutos al final de tu presentación para aplicar esta rutina. Te invitamos a que experimentes con los tiempos, ya que es posible que necesites más del previsto, si el material que presentaste es muy abundante o complicado. 
  • Al finalizar la rutina, reflexiona sobre el proceso, junto con tus estudiantes. Piensen en otras formas de aplicarlo mejor la próxima vez que lo utilicen. 

Fuente:

Afirmación/Argumento/Pregunta


Objetivo: Una rutina para establecer un hábito para fomentar el razonamiento.

Procedimiento: Esta rutina está dividida en tres partes, como se indica en la tabla. 

  1. Invita a tus estudiantes a hacer una afirmación sobre el tema del que están aprendiendo actualmente.

Afirmación: Una explicación o interpretación de algún aspecto del tema. 

  1. Luego guíalos a identificar el argumento que da sustento a sus afirmaciones. 

Argumento: Las cosas que observan, sienten y saben que sustentan su reclamo.

  1. Por último, pregunta si les ha surgido alguna duda respecto a la afirmación inicial. 

Pregunta: Lo que queda confuso. ¿Qué nuevas dudas o cuestionamientos surgen de la afirmación original

 

Aplicación: ¿Cómo se puede utilizar?

  • Introduce la rutina durante un diálogo o discusión grupal. Identifica una afirmación que haga uno de tus estudiantes. Luego, guíalo para que brinde un argumento que sustente su afirmación. Por último, invítalo a pensar en preguntas que aún pueda tener sobre su afirmación inicial. Puedes aplicar este proceso con el resto de tus estudiantes en el marco de la conversación en grupo. 
  • Haz el pensamiento visible, anotando en columnas separadas los argumentos y las preguntas que van surgiendo durante la conversación. De esta manera todos podrán ver la evolución del diálogo sobre el tema que están explorando. Procura brindar la oportunidad para que cada estudiante pueda hacer una afirmación, exponer un argumento y formular preguntas. 
  • Si algún estudiante está en desacuerdo con el argumento de un compañero, invítalo a profundizar en sus ideas con esta rutina. Aprovecha la oportunidad para fomentar un ambiente amigable, en el que los estudiantes puedan contradecir sus opiniones y hacer ver que no es malo estar en desacuerdo con otros. 
  • Al finalizar el diálogo o la discusión, reflexiona con tus estudiantes sobre la actividad y condúcelos a pensar en las nuevas perspectivas que tienen sobre el tema.

 

Fuente: 

Los 3 porqués


Objetivo: Conocer de forma personal e integral el significado y la relevancia del contenido de una clase.

Utiliza las siguientes tres preguntas para diseñar y conducir la reflexión: 

  1. ¿Por qué este asunto o pregunta es importante para mí?
  2. ¿Por qué es importante para las personas de mi alrededor (familia, amigos, país, estudiantes)?
  3. ¿Por qué es importante para el mundo? 

 

¿Qué tipo de pensamiento se fomenta con esta rutina?

Con este procedimiento se invita a los estudiantes a desarrollar la motivación intrínseca, para indagar y aprender sobre un asunto, entendiendo a la vez el significado y la relevancia del mismo.

Aplicación: ¿Cuándo y cómo se puede utilizar?

  • Al inicio de una unidad. Después que hayas presentado el tema que se haya de explorar en clase, invita a tus estudiantes a considerar por qué el mismo es importante y debe ser explorado. 
  • Para indagar más a fondo sobre un tema invita a los estudiantes a hacer conexiones sobre cómo el mismo es relevante para el mundo, para la comunidad que todos conforman, e incluso para ellos mismos, considerados como individuos. 

Ejecución: Consejos para empezar a usar esta rutina en clase

  • Brinda información sobre el tema, antes de aplicar esta rutina. Puedes invitar a los estudiantes a leer cierto material o a ver un video sobre el asunto, antes de realizar el ejercicio. 
  • Prueba a cambiar el orden de las preguntas, para variar el proceso de reflexión. Los estudiantes pueden empezar explorando por qué un tema es importante para el mundo y concluir haciendo la conexión con su vida diaria. 
  • Es recomendable seguir la rutina por pasos, realizando una pregunta a la vez. De esta manera los estudiantes pueden enfocar su atención en una pregunta únicamente y no tratar de responder a las tres de una sola vez. 
  • Después de contestar las tres preguntas, puedes dividir la clase en grupos pequeños, para que los estudiantes puedan compartir sus respuestas con sus compañeros, y de esta manera puedas conocer tú mismo las motivaciones del grupo.

 

Fuente: 

Conectar/Ampliar/Desafiar


Una rutina para conectar nuevas ideas con conocimientos previos.

 

Procedimiento: Esta rutina se divide en tres partes y consiste en responder una pregunta a la vez, según el orden de esta tabla. 

CONECTAR:

 

¿Cómo están CONECTADAS las ideas y la información presentada con lo que ya sabías?

AMPLIAR:

¿Qué nuevas ideas contribuyeron a AMPLIAR o impulsaron tu forma de pensar hacia nuevos rumbos?

DESAFÍAR:

¿Qué permanece aún DESAFIANTE o confuso? ¿Qué preguntas o dudas tienes ahora?

 

Aplicación: ¿Cuándo y cómo se puede utilizar?

  • El momento ideal para utilizar esta rutina es después que los estudiantes hayan aprendido algo nuevo. Puede ser una sección de una lección o una sección de una unidad. 
  • Intenta utilizarla como reflexión durante una lección, después de un proyecto más largo o al completar una unidad de estudio. 
  • Pide a los estudiantes que escriban sus ideas individualmente en notas post-it y que las vayan agregando en la pizarra del salón. Mantén “visible el pensamiento” de los estudiantes, añadiendo continuamente nuevas ideas y revisando las listas de ideas junto con ellos. 
  • Formula una pregunta a la vez, en lugar de formularlas todas juntas. De esta manera, los estudiantes pueden enfocar su atención en una pregunta únicamente, en lugar de tratar de responderlas todas al mismo tiempo. 
  • Si deseas aplicar esta rutina en grupo, puedes pedir a tus estudiantes que contesten en un papel las tres preguntas, y luego presenten sus respuestas con todo el grupo.

Ideas y sugerencias para aplicar esta técnica en Zoom: 

  • Invita a tus estudiantes a responder individualmente a cada pregunta. 
  • Presenta las preguntas una por una, para que los estudiantes se centren en responder una y no todas al mismo tiempo. 
  • Dales un minuto de tiempo para que respondan a cada pregunta. 
  • Forma grupos utilizando la función de breakout rooms de Zoom e invita a tus estudiantes a compartir con un pequeño grupo de compañeros sus respuestas a estas preguntas. 
  • Invita a tus estudiantes a documentar sus nuevas perspectivas después de haber escuchado a sus compañeros. 
  • Al regresar a la sesión principal, puedes iniciar un diálogo, partiendo de las respuestas a estas preguntas.

Fuente: 

¿Qué te hace pensar eso?


 

Objetivo:  Una rutina que ayuda a los estudiantes a analizar un objeto o a expresar un concepto, y a defenderlo después con evidencias. 

 

Esta rutina consiste en dos preguntas principales: 

  1. ¿Qué estás pensando?
  2. ¿Qué observaste o leíste que te hizo decir esto? 

 

Aplicación: ¿Cuándo y cómo se puede utilizar?

  • Puedes utilizar esta rutina para observar y describir objetos, como obras de arte, imágenes o esculturas; también para analizar y dialogar sobre poemas, textos, ensayos o para explorar ideas. 
  • Esta rutina puede ser utilizada al iniciar una unidad, para recolectar información sobre los conocimientos previos que traen los estudiantes a la clase. 
  • Se puede realizar mediante una conversación sobre un tema del curso, en grupos grandes o pequeños. 
  • Cuando empiezas a utilizar esta rutina, puedes orientar a tus estudiantes mediante una serie de preguntas, después que cada uno de ellos haya dado su opinión sobre el tema de que se trate. Después de un tiempo, los estudiantes empezarán a defender sus interpretaciones con evidencias y a ver la rutina como un asunto propio. Estas son algunas de las preguntas que puedes formular para guiar ese proceso; ¿Qué haces? ¿Qué observas o sabes que te hace decir eso? ¿Qué te hace pensar eso? 
  • Documenta las conversaciones, utilizando esta rutina para observar el avance de los estudiantes en su aprendizaje y profundizando sobre un tema. 
  • Después de haber utilizado esta rutina varias veces, puedes crear una rúbrica junto con tus estudiantes sobre en qué consiste una buena interpretación o qué constituye un buen razonamiento. 
  • Puedes escribir una lista de ideas en la pizarra de tu clase e ir desarrollando interpretaciones y justificaciones. A medida que se van desarrollando estas ideas, puedes ir añadiendo notas a la par de la lista, para hacer visible el pensamiento. 
  • Para hacer esta rutina de una forma individual, puedes pedir a tus estudiantes que presenten a sus compañeros sus respectivas interpretaciones de una forma creativa, utilizando dibujos, tablas, gráficas o lo que ellos consideren necesario. Después, entre todos pueden brindarse retroalimentación o ayudarse mutuamente a profundizar en diversos aspectos del asunto que se esté tratando. 

Fuente: 

Design thinking en línea