El primer día de clases, los estudiantes se someten a un examen sin nota, que consiste en preguntas similares a las del examen final. Luego identifican las preguntas que les resultan más fáciles y las que les resultan más difíciles. Al final del semestre, pasan por el verdadero examen final, esta vez con nota. Los resultados se utilizan como punto de referencia para demostrar los avances obtenidos en el aprendizaje y los logros alcanzados a lo largo del semestre.