Un rompehielos, ejercicio de calentamiento, tune-in o check-in es una dinámica para arrancar un evento, una clase o un taller. Crea el espacio para que los alumnos se conozcan y conecten, genera un ambiente fructífero para la colaboración y la creación, y facilita la transición entre la llegada de cada uno por su cuenta a formar parte del grupo.
Idealmente los estudiantes hablan durante los primeros 10 minutos de la clase para que vuelvan a participar en el transcurso de la clase. El tune-in le da la oportunidad a todos los alumnos de hablar y ser escuchados al inicio de la clase.
¿Por qué dedicarle tiempo a una dinámica de rompehielos o a un energizante?
Los ejercicios de calentamiento son útiles para conectar a los alumnos
Los rompehielos para conocerse mejor permiten que los estudiantes establezcan relaciones, conecten a nivel personal y eliminen barreras entre ellos. Contribuyen a crear un ambiente seguro y de confianza en el que se sienten cómodos al participar y reduce la tensión y vergüenza inicial.
Los energizantes tienen como propósito subir el nivel de energía del grupo. Pueden tener un gran impacto a primera hora de la mañana, después del almuerzo o en época de exámenes. Otro tipo de dinámicas estimulan la concentración e invitan a que dejemos atrás todo tipo de tensiones y preocupaciones que traemos cuando entramos por la puerta.
A través de ciertas dinámicas podemos desarrollar distintas habilidades que promueven la colaboración y el aprendizaje, tal y como escuchar atentamente o construir sobre las ideas de los demás.
En general este tipo de dinámicas sacan la risa a los participantes y por esta razón estimulan las hormonas del bienestar (oxitocina, dopamina, serotonina, endorfinas) y bajan el cortisol o el hormona del estrés. El resultado: más aprendizaje.
¿Cómo diseñarlo?
Aunque es lo primero que tiene lugar en la clase, suele ser el último elemento que se diseña. De esta forma se alinea con el propósito general de la clase.
Y ahí está la clave: no se trata de jugar por jugar, sino de integrar el ejercicio en el proceso de enseñanza/aprendizaje de tal forma que promueva el aprendizaje.
Para los ejercicios que consisten en compartir reflexiones hay varias formas de hacerlo:
Las dos últimas variaciones son ideales cuando hay cierto nivel de vergüenza y timidez, y para que los alumnos creen lazos más personales.
Rompehielos y dinámicas según el objetivo que tienen: