Objetivos:
Romper el hielo, vincular, establecer conexiones entre los participantes, conocerse mejor e ir creando una cultura de clase.
Instrucciones:
- Haz un círculo de sillas, con una menos que el número total de participantes.
- La persona que no tiene silla se sitúa dentro del círculo y cuenta algo de ella que los demás no saben. Por ejemplo: “Mi color favorito es el azul”; o “he vivido en Argentina”; o “tengo 2 hermanas”.
- Cualquiera que esté sentado en el círculo y que comparta lo mismo que la persona que acaba de compartir en el círculo, se levanta de su silla y se busca otra silla para sentarse. Nadie puede sentarse en la misma silla de la que acaba de levantarse.
- La nueva persona que se queda sin silla comparte también algo sobre sí misma.
- Después de un tiempo, se puede pedir que se compartan cosas más específicas o más únicas.
- Se puede pedir a los que se paran por primera vez que digan su nombre y, si al final no todos han llegado a pararse en el medio, se les puede pedir que se presenten y compartan algo propio con los demás.
Fuente: Taller de improvisación en la UFM con Rob Schiffmann, en el 2016.